La resiliencia es la capacidad de los seres humanos y organizaciones para adaptarse y recuperarse de situaciones adversas, como crisis económicas, desastres naturales, conflictos, entre otros. En el contexto empresarial, la resiliencia se puede aplicar en diferentes áreas, desde la gestión de crisis hasta el desarrollo de estrategias para enfrentar los cambios en el mercado.

Un ejemplo práctico de uso de la resiliencia en una empresa sería la implementación de medidas para enfrentar la pandemia del COVID-19. Las empresas resilientes fueron capaces de adaptarse rápidamente a los cambios en la demanda del mercado, a la reducción de los presupuestos, a las restricciones de movilidad, y encontraron nuevas formas de ofrecer sus productos y servicios a través de la tecnología, la logística y la creatividad. Además, estas empresas demostraron una gran capacidad para proteger a sus empleados y clientes, manteniendo altos estándares de seguridad e higiene, ofreciendo apoyo emocional y económico en momentos difíciles. Gracias a su resiliencia, estas empresas pudieron sobrevivir a la crisis y mantener su posición en el mercado a largo plazo.

Pero… ¿Cómo construir una Cadena de Suministro resiliente?

Una cadena de suministro resiliente se refiere a una cadena de suministro que tiene la capacidad de resistir y recuperarse de interrupciones, ya sea por causas internas o externas, y seguir operando de manera eficiente. Para tener una cadena de suministro resiliente, es importante contar con un plan de contingencia sólido para afrontar situaciones adversas, una gestión de riesgos adecuada, una mayor visibilidad y transparencia en la cadena de suministro, así como una estrecha colaboración y comunicación con los proveedores y los clientes para trabajar juntos y solucionar los desafíos de manera más efectiva.

Un ejemplo de una cadena de suministro resiliente sería una empresa que, ante una interrupción en el suministro de una materia prima, tiene previstos planes alternativos de suministro, un sistema de alertas tempranas, acuerdos de colaboración con otros proveedores y una gestión eficiente de inventarios. De esta manera, la empresa es capaz de mantener su producción, minimizar el impacto en sus clientes y reducir los costos y los riesgos asociados con la interrupción en el suministro. La cadena de suministro resiliente se caracteriza por ser adaptable, flexible y tener capacidad de recuperación ante situaciones adversas.

Las principales razones por las que es importante contar con una cadena de suministros resiliente son:

 

Para poder decir que se cuenta con una cadena de suministros resiliente, es necesario satisfacer ciertas características y requisitos que permitan enfrentar situaciones adversas y garantizar la continuidad del negocio. A continuación, se detallan las principales características que debe tener una cadena de suministros resiliente:

En resumen, para contar con una cadena de suministros resiliente, es necesario tomar en cuenta la flexibilidad, diversificación, visibilidad, planificación y preparación, innovación y tecnología, y comunicación y colaboración. Al cumplir estas características, se puede garantizar la continuidad del negocio y enfrentar situaciones adversas de manera efectiva.

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